21 enero 2021
La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha clausurado este mediodía la IV edición del Forbes Power Summit Women. En su discurso Montero ha puesto en valor lo común y la necesidad de construir una red económica, social y de políticas públicas. La ministra de Igualdad ha puesto como ejemplo la reciente igualación de los permisos de maternidad y de paternidad, así como la reciente entrada en vigor de los Reglamentos para la Igualdad Retributiva y los Planes de Igualdad en las empresas, «que nos sitúan a la vanguardia europea en esta materia».
Montero ha afirmado que superar la crisis de los cuidados, reorganizar los usos del tiempo en nuestra sociedad y lograr un mundo laboral plenamente igualitario, digno y decente, «es un reto que debemos abordar de la mano de empresas y administraciones públicas», destacando el papel del Instituto de las Mujeres en su tarea de acompañamiento y asesoramiento a las empresas en igualdad laboral.
Montero ha recordado que este año se pondrá en marcha el Plan Corresponsables. Una nueva política pública que parte de la premisa de que «el estado debe ser también corresponsable» y debe asumir que los cuidados familiares de niñas y niños «no son un deber innato de las mujeres, sino una tarea colectiva que fortalece nuestra democracia y nuestra economía».
La ministra ha destacado el efecto simbólico, potente e inspirador que tiene un acto como el Forbes Power Summit Women. Una fuerza, ha dicho, «que no la da una ley, sino los ejemplos de vida». Y para que haya mujeres visionarias, ha remarcado, «debe haber niñas con acceso a todas las herramientas y derechos». En ese sentido, Montero ha destacado la iniciativa de ONU Mujeres, Foro Generación Igualdad, de la que España va a tomar parte de manera muy activa.
Irene Montero ha cerrado su intervención señalando la necesidad de centrar los esfuerzos «en la construcción de transformaciones presentes, actuales y profundas, que cambien el ahora y también el futuro». Transformaciones que «consoliden derechos, erradiquen estereotipos y prejuicios machistas, y apuntalen la igualdad entre mujeres y hombres». «Necesitamos una transición feminista que incorpore a todas las mujeres como ciudadanas de pleno derecho a todos los niveles».
Como Gobierno, ha finalizado, «nuestro reto es implementar políticas públicas feministas para transformar la sociedad». «Tengo plena conciencia de que esto implica también asentar el trabajo mano a mano con el tejido científico, con la sociedad civil y por supuesto con el mundo empresarial». Un ámbito, el de la empresa, que inevitablemente «va a verse implicado en estas profundas transformaciones y puede comprometerse con ellas», siendo uno de los motores de la transición feminista, «que nuestra sociedad tanto necesita».