1 de octubre de 2025
La ministra de Igualdad, Ana Redondo, ha comparecido ante el pleno del Senado para informar sobre la gestión del Ministerio de Igualdad en cuanto a la protección de las mujeres con dispositivo COMETA.
Una comparecencia en la que ha defendido el funcionamiento de un sistema que es “complejo” y ha asegurado que las propias víctimas reconocen positivamente el servicio. Según datos de la Sala COMETA, el 87% de las víctimas se sienten más seguras con el dispositivo telemático, el 88% de las víctimas, aunque reconocen fallos, consideran que el sistema es “muy eficaz” o “bastante eficaz”, y que el 90% recomendaría la medida a mujeres en una situación similar.
La ministra de Igualdad ha comenzado su intervención reiterando las disculpas por “el ruido generado” en torno a la seguridad de las víctimas “que sólo añade más inquietud y miedo a una situación que ya es lo suficientemente dura. Su seguridad ha sido, es y seguirá siendo nuestra prioridad”, ha asegurado Redondo.
La ministra ha apelado a la “necesidad de estar a la altura” del recién renovado Pacto de Estado contra la Violencia de Género, y ha asegurado que “no todo vale”. Redondo ha denunciado que se han suscitado dudas en relación con la eficacia del sistema de protección de COMETA “a raíz de afirmaciones inexactas o, en algunos casos, manifiestamente falsas que han contribuido a generar alarma social y a poner en entredicho la fiabilidad de un instrumento que constituye una pieza esencial en la protección de las víctimas y en el control del cumplimiento de las medidas judiciales de alejamiento”. En este sentido, Ana Redondo ha garantizado que el sistema de seguimiento telemático del cumplimiento de las órdenes de alejamiento es “el instrumento más avanzado que tenemos en nuestro país para proteger a las mujeres víctimas de violencia de género y violencia sexual”. Además, ha añadido que “ha demostrado ser eficaz salvando vidas cada día”.
Durante su comparecencia, la ministra ha recordado que no todas las órdenes de alejamiento llevan aparejada la colocación de un dispositivo COMETA, pero todas, implican que la víctima esté amparada por medidas de protección gracias al sistema VIOGÉN, que cuenta actualmente con 105.000 casos activos, con planes de seguimiento adaptados a cada situación. “Ninguna víctima queda sola, ninguna queda desprotegida”, ha asegurado Redondo, que además ha remarcado que, “por desgracia, el riesgo cero no existe cuando hablamos de violencia de género, pero el compromiso es inquebrantable”.
Sobre el funcionamiento de los dispositivos COMETA, la ministra de Igualdad ha destacado que el sistema procesa diariamente más de 30 millones de geoposicionamientos, permitiendo conocer dónde se encuentran la víctima y el agresor, ofreciendo “un plus de protección”. También ha recordado que, ante cualquier intento de vulneración de las zonas establecidas o de manipulación del dispositivo se activa de inmediato una alerta en la Sala COMETA y se ponen en marcha los protocolos de actuación, junto con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Ana Redondo ha querido “destacar y agradecer la labor diaria del personal de la Sala COMETA, cuya profesionalidad, sensibilidad y compromiso son esenciales para que este sistema funcione con normalidad”.
En su comparecencia en el Senado, la ministra también se ha referido a que, desde su creación en 2009, “este sistema ha experimentado mejoras periódicas que han incrementado tanto la precisión de los dispositivos, como la eficacia general de la plataforma”. Además, ha explicado que en el cambio de contrato el servició nunca se interrumpió y “la protección de las víctimas estuvo en todo momento garantizada”.
Redondo ha aseverado que “el sistema opera con total normalidad y sin incidencias relevantes, consolidándose como un servicio estable, seguro y mejorado respecto al modelo anterior, que protege a las mujeres y contribuye a salvar vidas cada día”. La ministra ha insistido en que ningún sistema tecnológico puede considerarse “infalible” y ha indicado que “durante la transición y migración de plataformas pueden surgir incidencias, pero lo relevante es que existe un protocolo de actuación inmediato que permite resolver cualquier dificultad de manera rápida y efectiva”.
Migración de datos
En el Senado, la ministra ha hecho referencia a la migración de datos y al traslado de los mismos a los órganos judiciales para procedimientos por quebrantamientos de pena o de medidas de alejamiento. Redondo ha vuelto a incidir en que las dificultades detectadas afectaron únicamente a procesos judiciales ya tramitados y no comprometieron la seguridad de las víctimas. “Se trató de una incidencia temporal en el acceso de los juzgados a determinados datos de geolocalización, que se han recuperado, y esa información fue remitida con posterioridad y, en la mayoría de los casos, los procedimientos que habían quedado provisionalmente suspendidos pudieron reabrirse”. También ha recordado que el informe COMETA no es la única prueba, sino que existen otros elementos probatorios como los atestados policiales, testificales de agentes, declaraciones de testigos, incluido el propio personal de la Sala Cometa. Ana Redondo ha asegurado que se pidió de inmediato la información exacta a la Fiscalía, y que se está a la espera de conocer si existiese alguna sentencia absolutoria y que no constan excarcelaciones como consecuencia de fallos de geolocalización.
“El ministerio nunca ha mirado para otro lado. No ha desatendido en ningún momento las incidencias tecnológicas detectadas”, ha argumentado Redondo, quien ha relatado las reuniones mantenidas con las empresas, así como la implementación de un plan de seguimiento constante para garantizar la resolución de cualquier eventualidad, a lo que se sumaron reuniones de alto nivel entre las empresas y la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género. “Frente a las acusaciones de opacidad, o de falta de transparencia, quiero aclarar que todo este trabajo se ha realizado con la discreción que merecen las víctimas, con la finalidad de preservar su seguridad y tranquilidad”, ha asegurado Redondo quien ha subrayado que se ha iniciado una investigación interna exhaustiva “que podrá derivar en exigencia de responsabilidades si las cláusulas del contrato no han sido finalmente respetadas”.
En esta intervención en el Pleno del Senado, Ana Redondo ha desgranado también algunas de las mejoras que tendrá el próximo contrato y que incluyen una aplicación de consulta en tiempo real accesible para la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, se incorporará la configuración individualizada de idioma en los dispositivos, se incluirá un módulo específico de gestión de quejas o se reforzará el personal especializado en la Sala.
La ministra también ha querido desmentir en el Senado las informaciones falsas que se han difundido en las últimas semanas. Redondo ha recordado que ninguna mujer con dispositivo ha sido asesinada, ha desmentido que las pulseras se compren en Aliexpress, que las incidencias temporales hayan puesto en riesgo a ninguna mujer, que los datos estuviesen en una empresa israelí, o que el Ministerio de Igualdad desoyera las incidencias técnicas. “Todo es falso, pero el efecto es real: aumentar el miedo, sembrar la desconfianza y poner en duda una herramienta que cada día salva vidas. Porque cuando se pone en duda este sistema, no se está atacando al Ministerio, ni al Gobierno: se ataca directamente la confianza de las mujeres que hoy dependen de esos dispositivos para sentirse seguras”.
Ana Redondo ha insistido en que “las incidencias y la capacidad de mejora existen desde que existen los dispositivos” y ha recordado que en 2018, con el Gobierno de Mariano Rajoy, ya la prensa hablaba de la obsolescencia de las pulseras, de que fallaban con frecuencia y de que el concurso para renovarlas había quedado desierto. “Todo sistema basado en tecnología requiere siempre mejoras. Cualquier servicio que requiera tecnología, contará con incidencias, fue así con gobiernos anteriores, es así ahora, y lo será en el futuro. Por desgracia, a día de hoy no existe una tecnología infalible”.
La ministra de Igualdad ha concluido su comparecencia pidiendo “rigor y altura de miras. No convirtamos el acuerdo en trincheras, ni la política de Estado en campo de batalla porque lo que está en juego no es una estadística ni una gestión puntual: es la seguridad, la dignidad y la vida de miles de mujeres supervivientes”.